El ex número uno del mundo elogió al español, pero fue tajante cuando hizo foco en el estado físico del manacorí
La leyenda del tenis Rafael Nadal no arrancó la temporada como esperaba luego de quedar eliminado en el tercer día de competencia del Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año y Boris Becker aprovechó la situación para hablar de él. Sus palabras dejaron a sus seguidores un poco desanimados.
Y es que Rafa Nadal, primer preclasificado, cayó en segunda ronda ante el estadounidense Mackenzie McDonald, aunque también volvió a sufrir con una nueva lesión y esto no pasó desapercibido para el ex número uno del mundo, Boris Becker. La expectativa sobre el estado de salud del español crece más.
La contundente confesión de Boris Becker respecto a Nadal que sorprendió a sus seguidores
El germano de 55 años al ser consultado sobre Nadal, sentenció: “Si la pregunta es si Rafa jugará hasta los 40 años, la respuesta es que no lo creo. La derrota ante McDonald fue el primer paso a la retirada porque una lesión así toma tiempo de recuperación. Sus días en el tenis están contados”.
Sin embargo, Boris Becker aprovechó para seguir diciendo: “Creo que querrá jugar en París una vez más. No sé si volverá a Australia. Por eso hay que disfrutar de su presencia mientras esté en competición”, agregó el teutón, tres veces campeón de Wimbledon y número 1 del ranking mundial en 1991.
Además, cree que finalmente será el favorito en el Roland Garros
Becker también elogió a Rafa al asegurar que “no es una leyenda del tenis, es una leyenda del deporte, es uno de los deportistas más importantes de los últimos 25 años”. Y agregó: “Ha hecho aún más popular, puede convertirse en presidente de España si quiere, pero creo que volverá a coger una raqueta”.
“Lamentablemente, creo que Rafa se retirará en Roland Garros. No quiero que ocurra, pero creo que tendrá un gran torneo, potencialmente lo ganará y aprovechará para decir adiós”, aseveró Becker frente a los medios de comunicación. Nadal estuvo al tanto de sus declaraciones y luego de sonreír le negó esa posibilidad.