La entidad cántabra recurre a mensajes directos en redes sociales para solventar sus entuertos
No es novedoso ver en redes sociales comentarios que ponen a caldo a alguna entidad importante. Porque las redes son un foro donde cada cual es libre de expresar su opinión con anonimato, lo que en el caso de empresas como El Banco Santander puede ocasionar comentarios positivos o más bien todo lo contrario.
Porque muchos clientes, como medida de desahogo en estos tiempos de crisis, recurren a las redes sociales para hacer público algún tipo de experiencia que han tenido. Y con El Banco Santander en los últimos tiempos han mucho malestar.
Malos tiempos para el Banco Santander
Porque desde que falleció el gran Emilio Botín, que obligó a un cambio en la gestión de la entidad, unido a la crisis que golpea a consecuencia del coronavirus, muchos clientes están muy decepcionados con las medidas adoptadas por El Banco Santander.
Y la última medida es responder a los clientes en las redes sociales en un tono un tanto durillo y recurriendo a los mensajes directos en twitter como herramienta para la transmisión de datos. Una política que ha pillado por sorpresa a muchos clientes.
Una gestión muy fría
Porque si ya es frío a través del teléfono, al menos se habla con una persona a la que exponer el problema. Pero enviar un mensaje directo por y desde una cuenta oficial como el Banco Santander reconocer que se necesita confiar algunos datos privados, suena arriesgado y muy frío.
De ahí que muchos clientes hayan explotado con los nuevos cambios del Banco Santander recriminando esa actitud para pedir mensajes privados. Lo que deberían hacer es atender mejor a través del teléfono y sobre todo cuando se acude a una de sus oficinas pidiendo ayuda.