Cada vez se extiende más la fórmula de agrandar los cobros y después hacerse el despistado
Hemos llegado a un punto en que no es posible fiarse de nadie. La competitividad en las empresas es enorme y la presión de las deudas cada vez mayor. Acabar un ejercicio en pérdidas puede suponer muchos problemas en el futuro y grandes empresas como Iberdrola realizan prácticas muy poco serias a la hora de facturar.
Es muy importante que la gente de buena fe, que se fía siempre de todo el mundo, comience a leerse los contratos que firma y revisen las facturas que van llegando. Sobre todo para que después no lleguen sorpresas desagradables.
Hay que revisar las facturas
Porque sucede cada vez más que se escapa algún concepto en las facturas, de poco valor, que pasan muchas veces inadvertidas. Pero que hace que al final paguemos 5, 10 y hasta 15 euros de más cada mes. Una cantidad muy pequeña que muchas veces no salta a la vista.
En un principio lo normal es pensar que se trata de algún tipo de error. Pero cuando escucha los testimonios de clientes de Iberdrola explicando lo que les ha sucedido a ellos, comenzamos a creer que igual no se trata precisamente de un error.
Facturas infladas
Porque un cliente se ha quejado airadamente de que lleva un año completo recibiendo facturas infladas. Que después se queja e Iberdrola reconoce el error. Pero a la siguiente factura vuelve a ser incorrecta. Por este motivo parece una estrategia.
A este cliente que se ha enterado y lo ha denunciado se le ha devuelto. Pero habrá muchos clientes que ni se enteren, y si multiplicamos 5-10 euros de más por los cientos de miles de clientes que pueden tener Iberdrola contratado… el pellizco es considerable.