Aumenta la polémica con las condiciones laborales del popular servicio de comida a domicilio
Un repartidor de Glovo ha sumido a la popular empresa en una nueva polémica y ya van… El servicio, que se ha hecho popular durante la pandemia, se basa en un sistema de condiciones laborales precarias y un trato al trabajador que roza límites que chocan casi con la exclavitud.
Hace no mucho saltó la bomba con una inspección rutinaria. Más de 20.000 trabajadores de Glovo figuraban como falsos autónomos, con unas condiciones deplorables y sin correr la empresa ni con los gastos, ni con la responsabilidad en caso de cualquier percance.
El repartidor de Glovo que duerme en un cajero
Es frecuente ver en redes sociales gente muy indignada cuando hace malísimo y se ve al clásico repartidor de Glovo que se las ve y se las desea para ganar unos pocos euros. En Filomena, en Madrid, con las carreteras nevadas, muchos irresponsables pedían comida a Glovo, sin pensar en el riesgo del rider que se dirigía a su casa en una bicicleta.
Pues ahora una nueva tormenta sacudirá a la empresa de entrega a domicilio. Porque se ha hecho viral en las redes sociales, una imagen en la que se aprecia a un repartidor de Glovo durmiendo en un cajero. Ni que decir tiene que los comentarios son súper agresivos hacia la compañía.
Glovo perseguido por la Justicia
Tras la famosa inspección de trabajo a Glovo, se dictaminó que la empresa debería hacer frente a una multa de 35 millones de euros, que se debían a la Seguridad Social por la ilegal situación de 20.000 trabajadores. En ese momento se dictaminó que el modelo de negocio era del todo ilegal.
Es previsible que la bomba termine por estallar y se termine cerrando este tipo de empresas si no regularizan las condiciones. Sin embargo, entre juicios, multas y críticas en las redes sociales, la realidad es que Glovo sigue facturando millonadas mirando para otro lado cuando ve a un repartidor durmiendo entre cartones.