Una llamada de socorro por parte de la protagonista de la serie de acción de Netflix hace que Peter se involucre en una gran trama de conspiración
En una noche como cualquier otra, Peter, el protagonista de “El Agente Nocturno”, recibe una llamada de socorro de Rose Larkin (Luciane Buchanan), sobrina de dos agentes especiales y experta en ciberseguridad. El asesinato de sus tíos por parte de dos misteriosos individuos precipita a Peter en un mundo lleno de conspiraciones, espionaje y peligros mortales.
La principal misión de Peter es mantener a Rose a salvo hasta que pueda hablar con Diane Farr y Jamie Hawkins, subdirector del FBI. A pesar de reunirse con ellos, Rose decide no revelar información crucial a raíz de las sospechas de sus tíos de la existencia de un traidor en la Casa Blanca. En este escenario de desconfianza, Rose elige confiar únicamente en Sutherland.
Una conspiración en la Casa Blanca
A pesar de las promesas del FBI de protegerla, Rose se percata de que no puede confiar en nadie cuando los asesinos que la persiguen siempre logran encontrarla. En medio de este escenario, Peter y Rose descubren pistas sobre el caso que los Campbell investigaban en un disco duro. Las acusaciones comienzan a volar, y el primer sospechoso es Hawkins, quien es asesinado poco después. Todas las miradas se vuelven entonces hacia Farr, aunque esta consigue ganarse nuevamente la confianza de Peter y Rose.
Revela que los Campbell estaban investigando un atentado en el metro y la trama comienza a desenredarse. La verdadera meta del ataque no era el tren, sino una cafetería cercana en la que se encontraba Chelsea Arrington. La investigación lleva a descubrir a los verdaderos responsables de la conspiración: Diane Farr, el vicepresidente Redfield y Wick Gordon, director ejecutivo de Turn Lake Industries.
El juego del gato y el ratón en El Agente Nocturno
Su objetivo era eliminar a Omar Zadar, líder de PIF, que Chelsea protegía el día del atentado en el tren. Tras el fallo del ataque y la posterior investigación ordenada por la presidenta, los conspiradores deciden eliminar cualquier amenaza que pueda exponerlos. Una vez confirmada la traición de Farr, “El Agente Nocturno” huye e intenta frustrar los planes del trío de conspiradores.
Diane, en respuesta, asegura que Sutherland sea acusado de secuestrar a Maddie Redfield, la hija del vicepresidente. Chelsea, a cargo de la joven, es secuestrada por Colin Worley, el hombre con el tatuaje de serpiente de cascabel que colocó la bomba en el tren. Cuando Worley falla en su misión, Wick ordena su muerte, pero los asesinos confunden a su gemelo Matteo con él, y Worley busca venganza.