Por qué a las audiencias les encantan estas series brutales en TVING en Corea del Sur
El Juego de la Pirámide se está consolidando como el nuevo El Juego del Calamar, capturando la atención de las audiencias globales con su mezcla única de drama y violencia situada en un contexto escolar competitivo. Tras el debut de El Juego del Calamar en septiembre de 2021 en Netflix, que rápidamente se convirtió en el programa más visto de la plataforma, el público demostró un apetito insaciable por narrativas que exploran la lucha por la supervivencia bajo condiciones extremas.
Casi tres años después, El Juego de la Pirámide emerge como la propuesta más reciente de Corea del Sur, listo para ser presentado en el próximo festival Series Mania. Ambientada en la prestigiosa escuela secundaria femenina Baekyeon, la serie se adentra en un despiadado juego de supervivencia, donde un concurso de popularidad decide el destino de las estudiantes, dividiéndolas en atacantes, víctimas y observadoras.
El Juego de la Pirámide, un vistazo a la brutalidad escolar
Basado en el webtoon homónimo de Naver, El Juego de la Pirámide no solo retoma la brutalidad psicológica y física característica de El Juego del Calamar, sino que la traslada a un entorno escolar, revelando las oscuras consecuencias de los sistemas de popularidad. Personajes como Seong Su-ji, Baek Ha-rin, y Myeong Ja-eun, nos sumergen en una realidad donde la violencia y la manipulación definen el día a día estudiantil, recordándonos la complejidad de las relaciones juveniles y el despiadado mundo de la competencia social.
El Juego de la Pirámide, descrito como una mezcla entre El Juego del Calamar y Chicas Pesadas, destaca no solo por su oscuridad, sino también por la capacidad de estas narrativas de resonar con audiencias internacionales. La popularidad de series distópicas refleja un interés generalizado por explorar temáticas de explotación de clase, supervivencia y las dinámicas de poder, aspectos que trascienden culturas y fronteras.
El fenómeno global de las distopías surcoreanas
Expertos como Nemo Kim y Nancy Wang Yuen señalan que el éxito de estas series se debe a su habilidad para combinar la violencia con elementos lúdicos, haciéndolas más digeribles para el espectador. Además, la representación detallada de los personajes y las realidades socioeconómicas específicas de Corea del Sur ofrecen un contexto único que enriquece la trama y profundiza el impacto emocional en la audiencia global.
Con Netflix invirtiendo $2.5 mil millones en producciones surcoreanas en los próximos cuatro años, el futuro parece prometedor para la industria del entretenimiento de Corea del Sur. Sin embargo, este auge también plantea desafíos, como evitar la repetición de fórmulas exitosas sin innovar en contenido y narrativa.