Sigue subiendo la tensión en la serie de RTVE con giros importantes en la trama
Servir y proteger sigue emocionando a sus fans con nuevos episodios y en uno de los últimos, Eva ha sido la protagonista. Esto por cuenta de Fernando Quintero quien no descansará hasta obtener su cometido de encontrar a Vlado Khan. Recordemos que en el episodio 845 encontramos diferentes situaciones que pusieron en vilo a nuestros personajes favoritos.
El capítulo de Servir y proteger que nombramos anteriormente estuvo lleno de tensión por cuenta de Carlos Okoye. El inspector ha tenido que confesar a Inés sus intenciones de divorcio, lo cual ya le habían advertido en el pasado. Él ha decidido dar este paso pensando no solo en sus intereses, sino en ella.
Eva se ve presionada por Fernando Quintero en el nuevo episodio de Servir y proteger
Además y con la llegada del episodio 846, pudimos presenciar que la unión entre Miguel y Paty sigue en alza y su relación se consolida. Ellos, mientras tanto, han ayudado a Cristian, un chico que encuentran en un contenedor recogiendo cartón. Cristian trabaja para una mafia de cartón, es por esto que Paty decide investigar más a fondo para posteriormente denunciar a la policía.
Lo más emocionante del episodio en cuestión tuvo que ver directamente con Fernando Quintero, quien en medio del desespero tuvo una importante reacción. Este le exige a Eva que le dé nueva información sobre el paradero de Vlado Khan. El empresario quiere seguir avanzando en su investigación y sabe que ella puede ayudarle.
Siguen las constantes investigaciones sobre el paradero del proxeneta Vlado Khan
Mientras eso sucede, Claudia Miralles y el inspector Salgado también trabajan en la búsqueda del proxeneta. Con pasos lentos pero seguros han ido avanzando, pero hasta el momento no consiguen algo contundente que les dé éxito en su investigación. Sin lugar a dudas, no están yendo por el mejor camino.
Finalmente y volviendo a Eva, ella se encuentra agobiada por cuenta de Abel, a quien busca de manera desesperada sacar de Madrid. Esto lo tiene que hacer sin levantar ningún tipo de sospechas. Al final, logra su objetivo, pero a su vez tiene que renunciar a la que era su mano derecha.