El rey era la única pieza que unía a los dos bandos enfrentados
Viserys Targaryen ha sido mostrado en House of the Dragon como un rey débil. Tanto que el propio Trono de Hierro lo repulsaba, haciéndole heridas incurables que acabaron provocando la amputación de su brazo. Sin embargo, pese a su debilidad, era la única pieza que mantenía unidos los Siete Reinos, pues era el único puente entre el bando de Rhaenyra, su hija, y Alicent, su esposa.
Ahora, tras ver el octavo episodio, ya sabemos cómo ha sido su final. Un final que ha generado muchas dudas, pues hemos visto al rey hablar con su esposa sobre su heredero al Trono de Hierro. Un heredero que parecía estar claro, pues anteriormente había nombrado a Rhaenyra como legítima heredera. Pero ahora todo está en duda.
El último delirio de Viserys en House of the Dragon
Pese a que su voluntad era que Rhaenyra se sentara en el trono, Alicent estaba decidida a usurparlo para que fuese su hijo Aegon quien se pusiera la corona. Y ahora, tras la última conversación que ha tenido con su esposo, las dudas han desaparecido por completo. No es para menos, pues las últimas palabras de Viserys han generado muchas dudas.
Como sabemos, el estado de salud de Viserys era muy delicado. Es por eso que en sus últimas escenas ha hablado sobre el príncipe prometido. Rápidamente, Alicent ha pensado en Aegon, quien sería un legítimo heredero al Trono de Hierro. No obstante, sabemos que no se refería a su hijo mayor y que en su cabeza no estaba hablando con Alicent.
El desencadenante de la Danza de Dragones
Además de hablar sobre el príncipe prometido, Viserys también le habló sobre el sueño de Aegon el Conquistador, pues pensaba que estaba hablando con Rhaenyra, su heredera. Pero no solo eso, sino que sus últimas palabras fueron mi amor, pero no iban dirigidas a Alicent, sino que estaban dirigidas hacia Aemma Arryn, su primera esposa.
Sea como fuere, Alicent ha interpretado que la última voluntad de Viserys era que Aegon se sentara en el Trono de Hierro. Algo que no hace más que reforzar su posición de usurpar la corona. Algo que hará con el apoyo de la mano del rey y de algunas de las mayores casas de Poniente, lo que acabará desencadenando la Danza de Dragones y la caída en desgracia de la casa Targaryen.
