La situación incomoda que pasó la camarera y el barman fue de “trágame tierra”
La camarera favorita Lidia Torrent y el barman guapo Matías Roure, expareja de First Dates, pasaron una situación bastante incomoda gracias a una ansiosa e imprudente comensal. Su nombre es Carmen y tiene 85 años, una mujer que a pesar de su edad, aún cree en el amor y quiere pasar sus últimas primaveras acompañada de un ser especial.
En el momento que entró al restaurante, la camarera la recibió y la comensal no dudó en exclamar. “Encantada de estar aquí porque te veo todos los días ¡Qué guapa eres!” La presentadora se sintió halagada y agradeció a la barcelonesa. No obstante, la abuela dijo otro comentario que puso a la camarera algo incomoda. “Y allí está tu pareja” dijo Carmen refiriéndose a Matías Roure.
Matías aclara la situación con Lidia Torrent en First Dates
La nerviosa comensal no sabía donde meterse cuando Lidia le explicó que ella y el barman ya no eran pareja. “Era, era, ya no lo es” dijo Torrent. Para ayudar a bajar la tensión, Matías agregó, “ahora somos grandes amigos y compañeros de trabajo”. Después de superar el malentendido, la abuela comentó “soy viuda y tengo cuatro hijos, mi marido era marino mercante y me hacía uno cada vez que venía”.
Pedro fue su cita, un camionero también de Barcelona, quien se definió “Muy alegre a pesar de mi edad. Me gusta divertirme con alguien, no solo”. Todo indicaba que ambos iban a compaginar muy bien, ya que los dos son personas a las que no se les da la soledad. Al igual, también tienen la misma visión de la vida, “para el amor no hay edad”.
A Lidia Torrent le gustó el detalle que tuvo Pedro con Carmen en First Dates
El caminero se comportó como un caballero, y es que en su entrada al restaurante llegó con una caja de bombones para su cita. De hecho exclamó “Es un bellezón. ¡Qué mujer!”, cuando vio a Carmen en la barra. Lo cierto es que el detalle no fue bien recibido por la mujer. “La verdad es que los bombones no los como nunca porque los michelines crecen y no me gustan. Ni para mí ni para los demás”.
A pesar que fue Pedro quien tomó la iniciativa para que la velada fuese de maravilla, la catalana hacía de todo para arruinarla. Estaba claro que Carmen no estaba convencida de estar pasándola bien y eso se vio al final de la cita. El camionero optó por su optimismo y dijo estar encantado con ella para una segunda salida. Ella por su parte declinó la propuesta asegurando que el catalán “No era la persona que esperaba”.