El amor a primera vista si existe, al menos para el sevillano
Son pocas las veces que en First Dates se ven escenas de flechazos a primera vista, y Alan fue un caso de esos. El sevillano que llegó después de que su cita ya estaba en la barra, soltó un “wow” no más al ver su apariencia, estilo y físico. Fue tanto el gusto y el deseo que no pudo contener el comentario de “Está empotrable”.
Remontándonos al principio, Gianpaolo fue el primero en llegar. Un bailarín italiano, el cual se considera un torbellino de pasión. En cuanto al amor, dice que le ha ido muy bien, y que siempre ha obtenido lo que ha deseado. En cuanto a Alan, se considera “un poco loco” y también muy “impulsivo” el cual hace las cosas sin pensar.
La complicidad de Gianpaolo y Alan fue perfecta en First Dates
Así como Alan reconoció que Gianpaolo le gustó mucho, el italiano también admitió que el sevillano le atraía. Partiendo de ahí, la cita se fue por buen camino y mejoraba cada vez más. Los dos coincidieron en que debido a sus trabajos, no les quedaba tiempo para el amor. Este tema los fue uniendo cada vez más.
Pero lo que más emocionó a ambos fue cuando hablaron del tipo de relaciones que estaban buscando. Los dos coincidieron en que no querían una relación abierta, y por el contrario, tenían la ilusión de estar de acuerdo en tener una relación larga y en serio. Esto fue la chispa que terminó por encender la pasión entre ambos.
La mejor manera de cerrar con broche de oro una cita en First Dates
Gianpaolo ni Alan se cambiaban por nadie. Los dos estaban pasándola genial y ambos se levantaron del lado de la cama que era. Los deseos iban creciendo a medida que se iban conociendo y el momento cumbre llegó en el reservado. El italiano y el sevillano se dieron cuenta que la prueba de la conversación y el conocerse ya había sido superada.
Acto seguido, se dejaron llevar por sus más profundos deseos y se dieron su primera prueba de amor física. Con este acto no había necesidad de preguntar si querían una segunda cita, pues seguro que responderían que sí y además para una tercera, cuarta, quinta y más. Podemos decir plácidamente, triunfó el amor en First Dates.
Si hubo amor a primera vista en la cita de Alan y Gianpaolo, la de Zero y Álex no se quedó atrás
Muchos son los que se han enterado que First Dates es el palacio del todo, donde todos tienen derecho a conseguir el amor o simplemente pasar un buen rato, en esta ocasión el turno fue para Zero. Este chico se considera bisexual pero no se identifica en el género masculino. De hecho cuenta que lo intentó cuando tenía 15 años pero al cumplir la mayoría de edad se dio cuenta que no entraba ahí.
Por otro lado, Álex se identifica como una mujer al 100% aunque es transexual. Aún así, esto no le ha impedido mostrarse con plena libertad durante su presentación en el dating show. Entre sus gustos y pasatiempos, la chica dice que le gusta el mundo de la política y más si es para defender los derechos de la comunidad LGBTI.
Ha habido una buena conexión entre Álex y Zero en su aventura por First Dates
Los dos comensales han tenido un buen principio tanto en lo físico como en lo perceptivo. Álex fue la primera en declarar que le ha gustado el look de Zero con los tatuajes y el aspecto que trae. De hecho hubo un detalle que quedó como una curiosa escena divertida en la que han tenido un mal entendido.
Zero se quedó mirando el vientre de Álex por que ella también trae tatuajes, pero esta lo confundió con otra cosa. “¿Me estas mirando los pechos?” El chico un poco apenado respondió “no me gusta mirar a los pechos directamente”. La situación divertida sirvió para que ambos se sintieran más cómodos y así lograran crear feeling rápidamente.
La idea de una relación monógama unió a Álex y Zero en First Dates
En una parte de la cita, hablaron sus relaciones amorosas del pasado, y Álex fue sincera en afirmar que nunca había tenido algo serio. De hecho llegó a ese punto de la vida donde solo quiere tener una relación con una persona y trascender más allá de lo amoroso y sexual.
Ese pensamiento de Álex llamó la atención de Zero, que se atrevió a responder a la pregunta de ella. “¿Estarías dispuesto a tener una relación monógama?” Él por su parte respondió “sí, pero tendría que ser algo extraordinario”. De esta manera comprendieron que ambos se gustaban y que podían acceder a una segunda cita.