Nada más al verlo entrar por las puertas del restaurante, la murciana empezó a rajar de su cita desde las típicas apariencias prejuiciosas, pero rápidamente se dio cuenta que estaba equivocada.
La primera en llegar a First Dates fue Alejandra, una murciana que esperaba encontrar a un hombre “con valores, iniciativa, que no sea un soso, y sobre todo, que me sea fiel” Pero al parecer, Darío no cumplia con los requisitos. La chica ni siquiera le dio chance de conocerlo sino que en el primer momento empezó a atacarlo.
“Parece el típico garrulo de gimnasio, que pone cuernos y come arroz y pollo” dijo Alejandra ante las cámaras del dating show. Sin embargo, el chico si reconoció que la murciana le despertó algo positivo. “Me parece muy mona y amigable nada más verla”. Para bien de ambos, las cosas empezaron a dar un giro a favor de los solteros, a medida que se iban conociendo.
La anécdota que cambió la opinión de Alejandra hacia Darío en First Dates
Uno de los temas cumbre en la conversación de los solteros, fue la experiencia con sus relaciones pasadas. Ambos tienen algo en común, y es que visitaron Londres con sus exparejas. Para el chico fue una aventura memorable, mientras que para ella fue una historia para el olvido. Cada vez que la murciana se concentraba en mirar al comensal, se daba cuenta que sus palabras estaban cargadas de profundidad y sensibilidad.
En un momento de la velada, Darío le contó una historia triste acerca de su mascota. Hace unos años su perrita murió, y desde entonces todas las mañanas se levanta de la cama, y lo primero que hace es besar el cofre donde están sus cenizas. Un aspecto que conmovió a Alejandra, la cual no pudo dejar de opinar. “Eso es de ser un cani sensible y noble”.
Lo que el físico no pudo, lo hizo las palabras, una lección que aprenderá Alejandra gracias a First Dates
La opositora no solo ganó la oportunidad de seguir conociendo a Darío, sino que aprendió que nunca más debe juzgar a alguien por su físico, forma de vestir o contextura corporal. Ella pensaba que el murciano era el típico chico de gimnasio que estaba con 10 mujeres a la vez y que no le importaban los sentimientos. Pues se dio cuenta que no era así.
En cuanto al atlético comensal, comentó que va al GYM solo porque es un hábito saludable, pero además porque le permite comer casi cualquier platillo. Darío también contó que no es de estar andando con cuanta mujer se le cruza, pues cree firmemente en la lealtad. Ese pensamiento terminó de convencer a Alejandra, y juntos accedieron a tener una segunda salida lejos de First Dates.
