Es un habitual del programa las distintas opiniones de sus colaboradores y tertulianos que han terminado por cansar a la audiencia
El incombustible Antonio García Ferreras, presentador del espacio de actualidad y debate de Al Rojo Vivo de La Sexta, es uno de los hombres que siempre están presentes allá donde va la noticia, y no solo por su labor de periodista, sino también por sus grandes apariciones en televisión que no han dejado lugar a dudas como el que más presencial de todos.
Entre tanto, a Ferreras siempre se le ha visto rodeado de colaboradores de un sector más prominente de la derecha que de la izquierda, en esto, resultando de la “imparcialidad del programa”, como acostumbra a cifrar el presentador de Al Rojo Vivo. No obstante, ahora parece que la dirección del programa irá más lejos.
Y es que su papel en Al rojo vivo lo ha convertido en la diana perfecta para las criticas, puesto que siempre ha mostrado un posicionamiento político a favor de la izquierda. Es por eso que muchos han cargado contra él y su programa, puesto que no lo consideran objetivo. Más ahora con el caso de Donald Trump.
Al Rojo Vivo y Ferreras carecen cada vez más de imparcialidad
Y es que a tenor de la noticia de que el presidente de Estados Unidos había dado positivo en coronavirus, Al Rojo Vivo saltó con la noticia durante la maána del pasado viernes, donde allí manifestó, entre otros, el giro de Donald Trump cuando se refirió que para el virus bastaba con lejía, que fue cuando saltaron los grandes casos en el país.
Y es que no a todo el mundo le está a bien considerar a sus colaboradores asiduos del programa. Tanto, que parte de ellos se han mostrado en contra de que el de Ferrrras sea un programa imparcial debido a la cantidad de personajes públicos que han mostrado su descontento con el Gobierno.
Los espectadores terminan cansados de los colaboradores del espacio
“Son horas muy vivas de política”, decía recientemente Xavier Sardá, que es uno de los colaboradores más habituales del programa. “Ferreras forma una pregunta a alguien y entonces él empieza a susurrar en voz baja y desde casa le oigo”, explicaba el personaje público en la cadena de La Sexta.
Fue entonces cuando varios espectadores estallaron con la organización del programa, sobre todo con la gente que rodea a Ferreras cada mañana en Al Rojo Vivo. “No se pueden creer a esos tertulianos, Ferreras“, decían. “Los oplinologos que lleváis a vuestro programa son todos hiperventilados y basados en los que se les sale del gorro; Ferreras, te has hundido en el lodo”, exclamban.