La aventurera mujer llegó al dating show en busca de una pareja que también fuese su compañero de viaje, pues su pasatiempo favorito es llegar a los lugares más recónditos del planeta.
Con un gran espíritu aventurero y un corazón que mientras lata, seguirá viajando por todo el mundo, así se presentó Catalina en First Dates. La mujer de 65 años es madre de 2 hijos y viuda desde hace 10 años. Mientras busca el amor, también se ha dedicado a viajar por varios países, conociendo los lugares a los que no muchas personas se atreverían a ir.
Su último viaje fue a Botsuana, donde apenas unos días acaba de llegar. “Ha sido maravilloso ver leones a dos metros. Y no uno ni dos, sino 24. Para mí ha sido el viaje de mi vida”. Luego comentó. “Tengo que conocer este mundo antes que el otro, lo tengo clarísimo. Y ya llevo 44 países visitados. En India he estado 20 veces, tengo hasta a una maestra espiritual allí…”
Catalina soñó con su cita un día antes de visitar First Dates
Elsa Anka le preguntó a la veterana mujer como se imaginaba a su cita y ella fue más concreta al afirmar que se había soñado con él. “Es curioso, ayer me soñé que el hombre de mi cita será bajo, calvo y con ojos claros”. Como si fuese una pitonisa, Catalina acertó ya que Paco era tal cual como lo describió. “Me gusta ir bien arreglado y tengo 43 pares de zapatos” dijo el comensal en su presentación.
Los temas de los que conversaron fueron muchos. Desde sus pasatiempos en los que coincidieron el viajar, hasta un cáncer que tuvo el hombre pero que afortunadamente ya superó. Luego pasaron a ahondar más en el tema de los viajes, y hubo un detalle que no gustó para nada a la ibicenca.
A pesar de que tenían en común el gusto por viajar, Catalina y Paco no encontraron el amor en First Dates
Como el tema principal eran los viajes, Catalina le contó a Paco que venía de un viaje en Botsuana, pero cuando el hombre indicó que no lo ubicaba en el mapa, decepcionó a la mujer. “¿Un hombre de turismo y no sabe dónde está?” El detalle aunque parecía insignificante, tuvo que ver mucho en el rumbo de la cita, sobre todo en la decisión final.
Paco sintió que conectó con Catalina ya que pudo contarle muchas cosas, mientras que ella escuchaba atentamente. Pero lo cierto es que la ibicenca estaba aburrida por no poder hablar. La decisión del comensal fue positiva. “No me importaría vernos en Ibiza o en Zaragoza”. Pero la mujer descartó una segunda cita. “No tenemos nada en común, no he encontrado cosas que nos unan”.