Una cita con muchos altibajos y también con un final inesperado
Tanto María como Fran llegaban al restaurante de First Dates con la ilusión de enamorarse a primera vista o al menos no salir como entraron, solteros. La cosa en común más importante que tuvieron fue que ninguno había encontrado el amor en mucho tiempo, y que en ese terreno sentimental no le había ido muy bien.
A pesar de que la cita inició muy bien ya que hubo una especie de contacto positivo con una que otra sonrisa, hubo un detalle que empezó a dañar la velada. Aunque parezca insignificante, marcó la cita de ahí en adelante, y fue cuando ordenaron la comida. Él se pidió unos espaguetis con tomate y ella ha hecho cara de “¿What? Eso me lo como yo en casa. Qué quería hacer, ¿la dama y el vagabundo?” Dijo algo confundida la chica.
Un cambio de papeles entre María y Fran empezaba a marcar el final de su cita en First Dates
Las cosas empezaron tan bien que nadie imaginaba que la cita estaba cayendo en picada. Y es que al principio parecía que tenían muchas cosas en común y la verdad es que así fue. El detalle es que el físico del sevillano no logró cautivar a la madrileña. Mientras que el chico exclamaba “Me podría enamorar de sus ojos” ella decía “creo que no es mi tipo en absoluto”.
La madrileña sabía que iba a salir del restaurante como llegó, soltera. Por esa razón prefirió mejor enfocarse en su cena y disfrutar al menos de su plato de almejas. “Soy de buen comer. Me he comido un donut antes de entrar y… Me esperaba más de la cena” dijo con ansias María.
María reconoce que se lo pasó muy bien pero no iba a decir una mentira en First Dates
La mujer estaba satisfecha con la comida y aplicó el dicho de “barriga llena corazón contento”. A parte, la compañía de Fran resultó ser muy agradable para ella, que se rio en todo momento mientras compartían detalles de su vida y de sus pasatiempos. Lamentablemente eso no fue suficiente para que ella sintiera las ganas de tener otra cita.
Él por su parte estaba convencido que se iba a llevar el gato al agua y que repetiría una nueva velada con María pero esta vez sin cámaras y con algo más de privacidad. Lo cierto es que sintió que su corazón se destrozaba cuando la chica le dijo “ tengo mucho carácter y necesito a alguien que lleve el son y no le baile el agua”. Traducción, ese no iba a ser Fran.
A Azahara tampoco le fue bien en el amor
Los televidentes fueron testigos de como Azahara visitaba el restaurante de First Dates en busca de una revancha en el amor. La sevillana comentó que no le ha ido muy bien en el terreno sentimental luego de haber terminado con su exnovio de 9 años. Por ello decidió visitar el dating show en busca de una nueva oportunidad para aliviar su corazón.
Azahara cuenta que le gustan mucho los tatuajes y los piercings, por lo que exclamó que si su cita tenía alguna de las dos sería más sencillo. Pues el programa de Cuatro acertó al emparejarla con Carlos, el cual es un tatuador de Madrid, y su nombre artístico es Draco. Además sus rasta fueron algo que llamaron la atención de la sevillana.
“Ya tengo tatuajes con descuento” dijo Azahara apenas vio a Draco en First Dates
Carlos o Draco, confesó que le gustan las mujeres teñidas pero en ese aspecto Azahara si tenía el color de su cabello natural. No obstante, el hecho de que estuviese tatuada fue más que suficiente para que pasara la primera prueba. Ya en la mesa cenando, fueron hablando de otros gustos, pasatiempos y demás aspectos donde parecía que confabularon bien.
En un punto de la cita, hablaron de sus relaciones pasadas y fue ahí donde Azahara se desahogó. La sevillana dice que llegó a su casa y al entrar a su dormitorio se dio cuenta que su novio estaba con otro hombre. “Me senté en el sofá, me abrí una botella de vino y esperé a que salieran, ellos no se habían dado cuenta”. Draco no lo podía creer y no emitió ningún sonido.
Azahara piensa que Draco puede ser su segunda oportunidad en el amor y así lo demostraron en el Fotomatón de First Dates
La complicidad de ambos y la química que demostraron durante toda la velada fue razón suficiente para que la pasaran muy bien en el Fotomatón de First Dates. Las fotografías que normalmente se sacan los comensales, son para posar y enmarcar un buen momento en su experiencia y visita al dating show.
Azahara y Draco quisieron que ese momento se inmortalizara con un beso, pues ambos sentían atracción el uno por el otro. En la decisión final ambos coincidieron en que querían seguir conociendo el uno del otro, y hasta quedaron que una de las futuras citas sería para que Draco le hiciese un tatuaje a la sevillana.