El latino salió con todo en su cita en busca de acción y algo más
Sin pena y si con mucha gloria, así se sintió Hipólito en su cita de First Dates cuando vio a Yuleima. El argentino afincado en Valencia comentó que trabaja como entrenador personal y además agregó en su presentación. “Me considero el novio perfecto para algunas mujeres, para otras, quizás no tanto. Tener a un rubio con ojitos claros es peligroso, un arma de doble filo”.
Desde el inicio algunos televidentes ya sabían por donde iba la cosa cuando el latino dijo que le gustaba que le dijeran. “Cuidado con el argentino que viene y te empotra”. Además de eso destacó que es lo que le gusta de una mujer. “Las tetas de una mujer no me llaman mucho la atención, pero su culo sí, bien de sentadillas y si no, estoy yo. Necesito a una mujer con caderas hermosas”.
Yuleima dejó ojiplático a Hipólito en First Dates
Apenas se vio entrando a la chica por las puertas del restaurante de Cuatro, Hipólito no dudó en exclamar. “¡Uf que pibón! Es justo lo que estoy buscando, mucho culo y poca teta”. Incluso la chica confesó en privado. “Me he pinchado cinco veces en los labios porque apenas tenía, no se me veían y tengo pensado, en un futuro, operarme las tetas”.
Eso si, dejó en claro que es muy exclusiva a la hora de ligar. “No me voy besando con cualquiera, me veo demasiado guapa para que algunos puedan ir diciendo que se enrollaron conmigo”. Estaba claro que la belleza exterior era lo que contaba en esta cita pero la ventaja es que al parecer el argentino también llamó la atención de la canaria.
Un error geográfico de Yuleima que sacó risas en First Dates
Algunos dicen que lo que tienes de linda no lo tienes de inteligente y así pasa con los hombres. Sin embargo aquí fue Yuleima la del ejemplo. Y es que la chica le dijo a Hipólito en donde vivía y este le dijo que en Valencia. “Voy a quedar como una inculta porque no sé donde está esa ciudad. Eso está por abajo, por Andalucía, ¿no?” exclamó la canaria.
Las risas no faltaron pero rápidamente el sudamericano le dijo “está al lado de Barcelona”. Ya para la decisión final, la comensal declaró que el outfit de Hipólito no le gustaba mucho. “Todo eso lo podemos cambiar”. Aún así aceptó tener una segunda cita con él “para ver si se gana un beso”. El argentino ni corto ni perezoso también dijo ” si, quiero conocerla un poco mejor”. Así pues, Yuleima consiguió su objetivo en First Dates.
A Sara le pasó todo lo contrario que a Hipólito
Parejas disparejas, polos opuestos o en este caso dominante y dominado, así fue la cita de Sara y Carlos en First Dates. La mujer empezó con una frase bastante fuerte en su presentación. “Soy muy intensa, muy cañera, con mucho carácter”. De eso no hay duda ya que fue ella quien tomó las riendas de la cita con un hombre muy sumiso.
La cita no pudo empezar de la peor manera, Apenas vio entrando al chico por la puerta del restaurante de Cuatro con su outfit muy llamativo, no dudó en pensar y posteriormente decirlo en privado. “Lo primero que he pensado es que no me gusta, no es mi tipo”. Pero como si fuera poco, la mujer se lo dijo en la cara después. “¿Cómo es que te has puesto esto tan intenso?”
Mientras Sara criticaba el estilo que Carlos llevó a First Dates, este pensaba que lo decía en buena manera
Además de ser un poco tímido, Carlos también es un poco lento cuando interpreta las palabras de la gente. En este caso el chico pensó que lo que le había dicho Sara acerca de su look, era un cumplido. “Yo sé que ella se ha quedado impresionada cuando me ha visto”. Lo cierto es que no, no le gustaba su apariencia para nada.
“No me gusta nada su vestimenta. Nada, cero” decía la mujer ante las cámaras. Luego se lo dijo a la cara a él. “Hay cosas que jamás me pondría, como por ejemplo eso que llevas”. En cuanto a su cabello. “El pelo largo… ¿por qué? A mí es que no me gusta el pelo largo, no”. Pasando de tema y hablando de planes, tampoco coincidieron.
Directa y frontal, así se mostró Sara en toda la cita de First Dates
La comensal se dio cuenta que el chico estaba un tanto incómodo con las preguntas que ella le hacía. “¿Estás teniendo miedo al contestarme?” Él un poco tímido contestó. “No, miedo no, pero me impones un poco”. Ella no se quedó callada y contraatacó “¡¿Qué dices?! Soy así un poco cerrada en algunas cosas, por eso cuando te he visto con el traje amarillo me ha causado mala impresión”.
Lo más anormal y surrealista que podía pasar es que tuviesen una segunda cita con todo el mal rollo que pasó entre ambos. Pues así fue ya que la mujer se dio cuenta que podía llegar a hablar de muchas cosas interesantes con él, lejos de su look. Él por su parte le gustó la chica en el fondo y se dio cuenta que estar con una mujer sincera tiene sus ventajas.