El presentador Iker Jiménez opina sobre el rechazo de libreros a las portadas creadas por Inteligencia Artificial
Iker Jiménez, conocido por su programa Cuarto Milenio, aborda la polémica surgida entre algunos libreros que han mostrado su rechazo a libros cuyas portadas fueron creadas mediante Inteligencia Artificial (IA). Según Jiménez, este tipo de resistencia es inútil, citando el adagio no se pueden poner puertas al campo para ilustrar que el avance tecnológico es inevitable y que, finalmente, será el público quien decida sus preferencias.
La controversia se centra en la portada de una novela sobre Juana de Arco, diseñada con IA, lo que ha llevado a varios libreros a protestar devolviendo los libros. Para Jiménez, esta actitud es comparable a negar el valor artístico de otras formas de creación como el collage, el arte digital o la fotografía, solo porque difieren de las técnicas tradicionales. Todo esto ya ha pasado antes, pero no se puede ir contra lo inexorable. Deberán adaptarse, argumenta.
Iker Jiménez critica la actitud negativa hacia la IA
Comparando la situación con un hipotético intento de cerrar YouTube, Iker Jiménez califica de ridículo ponerse a protestar, a llorar, e insiste en la importancia de estudiar y adaptarse a las nuevas realidades. Según su visión, si una portada creada por IA agrada a la gente, esa aceptación es la que finalmente prevalecerá.
La reflexión de Jiménez no solo aborda la resistencia a la IA en el ámbito del arte y la literatura sino que también invita a una reflexión más amplia sobre cómo enfrentamos la innovación tecnológica en diferentes esferas de nuestra vida. Su mensaje subraya la inevitabilidad del progreso tecnológico y la necesidad de adaptarse a él, en lugar de resistirse a los cambios que trae consigo.
Repensando la autoría y la originalidad
La incursión de la Inteligencia Artificial en el arte plantea profundos cuestionamientos sobre los conceptos de autoría y originalidad. Iker Jiménez sugiere que estas nuevas herramientas tecnológicas, lejos de menoscabar el valor del arte, ofrecen nuevas vías para la expresión creativa. ¿Acaso el uso de tecnología en el proceso creativo disminuye el valor del resultado artístico?, reflexiona, señalando que la innovación siempre ha sido parte integral del avance cultural.
Este debate no es exclusivo del ámbito literario, sino que se extiende a todas las formas de arte, desafiando a artistas y creadores a explorar cómo la tecnología puede complementar y enriquecer su trabajo. La posición de Jiménez invita a una reflexión más amplia sobre cómo la sociedad en su conjunto aborda la integración de la tecnología en la creación artística, subrayando la importancia de mantener una mente abierta y adaptativa frente a los cambios que la IA puede traer al mundo del arte.