Una llamada de aliento que pone los ánimos de Aurah a mil
El jugador del PSG y esposo de Aurah, Jesé Rodríguez llamo este jueves a Casa Fuerte programa de Telecinco para dar una voz de aliento a su amada. No es la primera vez que un futbolista hace esto pues en 2010 lo hice Drenthe exjugador madridista. la participante del reality quedó en shock ante la llamada pero a la vez muy emocionada.
La llamada del jugador canario Jesé fue una sorpresa total no solo para Aurah sino para todo el el elenco de Casa Fuerte. La chica que días antes no lo paso nada bien producto de un escandalo protagonizado por su esposo por un caso de infidelidad. Quedó consternada con la llamada y casi muda ante el suceso histórico.
¿Es la primera vez que un futbolista como Jesé irrumpe en Casa Fuerte?
Como lo dijimos antes no es la primera vez que un jugador de fútbol hace esto, pues Royston Drenthe exjugador del Real Madrid lo hizo en 2010. El futbolista lo hizo para apoyar llamo al reality Mujeres y Hombres y Viceversa para apoyar a su amiga jacky ganar el trono.
Sin embargo no deja de ser inquientante y llamativa la llamada de Jesé que afirmo “Ya que estás ahí dentro tienes que ganar este concurso. He estado con bebé Nyan y está súper bien. Todo está bien. Si estás feliz, continúa. Y si no lo estás, no estás obligada a seguir”. Ante el suceso Aurah respondió “No me lo puedo creer”
Casa Fuerte: El lio romántico entre Aurah y Jesé que dejo muy tocada a la pareja
No todo puede ser color de rosa y es que días antes de que Aurah llegará al reality tuvo un fuerte encontronazo con su esposo. Al parecer por un evidente caso de infidelidad que dejo al jugador del PSG muy mal parado. Sin embargo Jesé tomo consciencia de ello y llamó para animar a su amada y al mismo tiempo pedir perdón.
Su esposa respondió “Solo te pido que hagas las cosas bien, yo las estoy haciendo bien. Quiero ganar, no puedo permitirme tener la cabeza fuera. Quiero que me respetes. Espero cuando salga tener una conversación para poder aclararlo todo bien”. Al final de la llamada la mujer y madre de Nyan todavía seguía sin creérselo.