El comensal que dice todo lo que piensa, o piensa en voz alta
Esta semana hemos tenido a un comensal o muy sincero o que piensa en voz alta, Jon ha llegado sin filtros a su cita en First Dates. Allí ha sido recibido por Lidia Torrent, que le preguntó como le ha ido en cuestiones del amor. “Soy joven todavía, pero me ha ido casi todo mal. No he tenido ni una pareja que sea duradera porque me aburre la monotonía” expresó el vizcaíno.
Era el turno para la contraparte de la cita, la cual fue Nagore, una chica sencilla que en su presentación admitió, “Estudio Trabajo Social porque me gustaría cambiar un poquito de este mundo”. De entrada, la primera impresión del comensal no fue bien recibida, pero al igual quiso seguir conociendo a la baracaldesa.
La velada de hoy en First Dates, resultó diferente de todas las demás, en el juego que probaron Jon y Nagore
Para le cena de hoy, el programa preparó una especie de juego en la que los comensales leían unas rascas con preguntas. Una de ellas fue ¿Dónde llevarían a su pareja de First dates en la próxima cita? la estudiante respondió “te llevaría de paseo al monte, casi a escalar un monte empinado”. Fue aquí donde vino el ataque de sinceridad por parte de Jon, “¡Vaya mierda de cita!” La respuesta sorprendió a la vizcaína que le refutó “pues es a donde te llevaría”.
Desde ese momento, Nagore supo que la cita terminaría mal, sin embargo guardó esperanzas y prosiguió. Era el turno para Jon en responder a la pregunta del rasca. “en el caso de que hubiera una segunda cita, sería en un sitio con vistas, porque ir a andar al monte…”. Ambos se dieron cuenta que sus gustos iban por caminos diferentes.
A pesar de que no fue su prototipo de mujer, Jon quiso la segunda cita en First Dates
El chico reconoció desde el principio que la mujer no lo impresionó de manera física, pero su forma de ser fue lo que más le gustó. “Cuando la he visto entrar por la puerta he pensado que no era mi prototipo, pero luego me he dado cuenta de que, por su personalidad, es una chica de diez, tal cual” desveló el vizcaíno.
Por su parte la mujer no le perdonó su detalle de “¡Vaya Mierda de Cita!” pues sabía que de seguir en una relación, sus gustos chocarían constantemente. No obstante reconoció que si aceptaría una cita solo en plan de amistad. “Como amigos, sí volvería a verle, pero nada más”. A veces los ataques de sinceridad o en su defecto, pensar en voz alta, puede arruinarnos grandes oportunidades.