La animada comensal llegó al restaurante de Cuatro con una relación a bordo
La arriesgada comensal de hoy decidió llegar a First Dates buscando una tercera persona en su triangulo amoroso, esta es la historia de Marina. La chica se definió como sencilla y básica y de igual manera esperaba encontrar una mujer de su misma personalidad pero con la mente igual o más abierta que ella misma.
En su pedido llegó Elvira, una chica de Málaga la cual confesó que su circulo de amigos le dice “tamagotchi” ¿Por qué? La comensal respondió ” Por mi capacidad para perderlo todo y darme muchos golpes”. Sobera no entendió muy bien la analogía así que invitó a la chica a pasar a la barra mientras esperaban a la abierta comensal.
A primera vista Marina y Elvira congeniaron en First Dates
Parece que el par de chicas tuvieron una buena primera impresión mutua y esto les valió para llegar entusiasmadas a la mesa. Allí conversaron de sus relaciones y fue cuando Marina dijo que le gustan las mujeres por que las considera “sencillas y básicas”. Luego Elvira le contó que es docente de universidad algo que le gustó mucho a la madrileña que expresó “Me gusta que enseñes a las personas, por ejemplo a mi me gustaría enseñarle a la gente que no fuese tan prejuiciosa Porque tenga estas pintas, no soy bollera, bueno, lesbiana o lo que sea”.
Luego continuaron hablando de sus vidas amorosas y Elvira le comentó a su cita que no es lesbiana sino bisexual. Sin embargo, prefiere estar más con mujeres pues la mayoría de los hombres aburren a la docente. “Los hombres con ‘v’, los señores me dan pereza” dijo la malagueña. Lo cierto es que la complicidad entre ambas iba creciendo de manera sustancial.
El fotomatón de First Dates suavizó la propuesta de Marina
Proponer a una persona ser parte de una relación de tres o más no tiene una respuesta fácil. Marina sabía que Elvira podía rechazar su propuesta con facilidad y por eso mejor guardó silencio hasta el final. Mientras tanto se dispusieron a disfrutar del postre en el privado y participaron en el famoso Fotomatón donde dieron rienda suelta a sus deseos.
Cuando ya entraron en confianza, la madrileña le comentó que ella tenía una relación abierta y que quería que Elvira fuese parte de ese triangulo amoroso. La docente lo pensó y lo pensó pero al final decidió darse una oportunidad para conocer ese tipo de relaciones y por supuesto volver a quedar con Marina.
El reservado del restaurante también fue cómplice de otra escena amorosa
Hoy también tuvimos una cita internacional en First Dates, la de Alexandra que venía de Estados Unidos y nuestro Mario Casas madrileño llamado Álvaro. Ella explicó que está radicada hace un par de años en España ya que es profesora de inglés, algo que le hizo gracia al chico ya que reconoció que para hablar otros idiomas diferentes al español es un tanto despistado.
La chica reconoció que el físico de Álvaro fue lo que la impactó de primero, ya que ella mismo dijo que su sonrisa, mirada y porte de galán la derritió. Así estilo Mario Casas en muchas de sus producciones. No obstante, para él no fue muy buena la primera impresión ya que no le gustaba su acento pero al paso de la cita le fue gustando.
Álvaro reconoció en First Dates que es un casanova y que nunca ha tenido una relación seria
Muy pocos son los que se atreven a confesar que en su vida han tenido relaciones serias y que la mayoría del tiempo se la pasan picando de flor en flor. Ese es el caso de Álvaro, que confesó que no ha tenido una novia con la que haya durado más de tres meses. Eso fue algo que no le quedó sonando a la norteamericana, pero al igual decidió seguir conociéndolo.
En un punto de la cita, Alexandra quiso conocer el nivel de inglés de Álvaro, pero comprobó que verdaderamente el chico no sabe nada de nada. Así que de esta manera prefirió seguir conociendo otros aspectos de él. Por otra parte, la estadounidense le dijo al galán que quería conocer Madrid y que él podría ser su guía. El con gusto aceptó pues confesó que la chica lo atrae mucho.
El beso de película que recibió Alexandra de parte de Álvaro en First Dates
Lo bueno iba a venir en el privado cuando en medio de las palabras y de manera desprevenida, Álvaro se abalanzó encima de Alexandra y prácticamente le robó un beso. El arriesgado chico esperaba una respuesta positiva y así fue. La profesora de inglés no lo podía creer y ante lo insólito de la situación solo pudo exclamar un “¡Wow!”
Álvaro confesó que Alexandra le gustó tanto que ya estaba pensando en tener hijos, obviamente no lo decía en serio o al menos eso creemos. Lo cierto es que había química entre estos dos jóvenes y la pregunta acerca de si tendrían una segunda cita sobraba. Las miradas, las sonrisas pícaras y los gestos de pena eran señales más que suficientes para determinar que entre estos dos había algo.