La grabación en cofradías malagueñas despierta el primer debate de la nueva temporada
La temporada 12 de MasterChef España ha desatado la polémica incluso antes de su estreno, debido a su decisión de grabar parte del programa en dos emblemáticas cofradías de Málaga, La Paloma y Estudiantes. Esta elección ha provocado una división de opiniones entre los espectadores y especialmente entre los devotos de estas hermandades, poniendo a TVE en el centro de un debate que combina la pasión por la gastronomía con el respeto por las tradiciones religiosas.
La polémica surgió tras el anuncio del Ayuntamiento de Málaga sobre la grabación del reality culinario en estos lugares sagrados, considerados por muchos como espacios de profundo significado religioso y cultural. Esta nueva edición de MasterChef, aún sin estrenarse, ya ha dejado claro que no será ajena a los debates que frecuentemente rodean al programa.
Reacciones en redes sociales
Twitter se ha convertido en el principal escenario de esta controversia, con numerosos usuarios expresando su descontento y considerando la intervención del programa en las cofradías como una falta de respeto hacia los símbolos religiosos y la comunidad devota. Comentarios como “Qué falta de respeto y de todo” y “Málaga es un parque temático. Qué vergüenza” reflejan el malestar de una parte de la audiencia, preocupada por la comercialización de sus tradiciones más arraigadas.
Ante las críticas, uno de los responsables de la agrupación intentó apaciguar los ánimos, reconociendo que la iniciativa ha tenido tanto detractores como defensores. Sin embargo, su postura no ha logrado diluir completamente la controversia, ya que muchos siguen cuestionando la pertinencia de mezclar el entretenimiento televisivo con las prácticas y espacios de carácter religioso.
El Impacto Cultural de MasterChef 12
La elección de MasterChef 12 de llevar a cabo grabaciones en las cofradías de La Paloma y Estudiantes en Málaga no solo ha encendido un debate en las redes sociales, sino que también ha servido como un reflejo de las tensiones culturales y sociales presentes en la sociedad contemporánea.
Este incidente subraya la compleja interacción entre la cultura popular, representada por programas de televisión ampliamente seguidos, y las tradiciones religiosas profundamente arraigadas en comunidades específicas. La decisión de introducir cámaras y celebridades del mundo culinario en espacios de significado espiritual ha planteado preguntas importantes sobre la secularización, el respeto a los símbolos sagrados y la comercialización de las tradiciones.
