El programa sigue emitiendo sentencias a grupos conformados, esta vez haciendo la contra a las palabras del Emérito
Antonio García Ferreras ha vuelto a encender la nómina de Al Rojo Vivo tras analizar, ejecutar y opinar sobre el último escándalo de Juan Carlos de Borbón que involucra a su ex yerno Iñaki Urdangarin. Cuando el rey Emérito lanzó juicios sobre las actuaciones sobre la gestión de Pedro Sánchez, se han tomado el espacio para salpicarlo de sus propias críticas y lanzarlo al mundo de los fachas.
Y es que no ha quedado bien parado luego de lo que ha significado tamaño escándalo. Mientras defendía, realizaba negocios y asumían una relación estrecha, el vasco ha desatado su furia tras haber sido pescado en una relación extramatrimonial. Lo que le ha dejado fuera de base y desorbitado en sus intervenciones.
Por más que en Al Rojo Vivo se ha intentado polemizar lo menos posible, Ferreras saca su as bajo la manga para alborotar el escenario
Su grupo de trabajo tiene un fin común, pero tareas distintas y eso es lo que ha acabado gestando este alboroto. Lo cierto es que el rey Emérito ha soltado la bomba al acusar al gobierno Sánchez de dejar aparecer a un artista transexual en el pabellón de exposiciones de España en Dubái. Para su mentalidad es inaceptable y por eso es que ha caído en el despropósito.
Lo curioso de esto no ni siquiera el rechazo furibundo del Rey, es la manera en la que han replicado sus detractores el hecho. De hecho, Rodrigo Cuevas ha realizado una parodia en la cual se señala al propio rey de facha, en un corto que asemeja la aparición del artista transexual.
El golpe vino sobre el final
Con todo esto lo peor se ha dejado venir. Concretamente el aporte fue el siguiente: Juan Carlos es otro tipo de transformista: el que ha convertido la sacrosanta Corona en un amasijo de chatarra. Mucho mejor lo que hace Rodrigo, sin duda, que han dejado sin aliento a los espectadores.
Lo que si está claro es que en Al Rojo Vivo no se negocia la manera de ver el entorno y mucho menos de enfocar una realidad alterada para beneficio de los que lo han tenido todo siempre. Además, porque es muy fácil juzgar desde el encierro de oro en el que vive, y que ahora le tienen justamente en Dubái mientras puede regresar.