La serie continúa 1991 con grandes momentos donde la tensión y la duda están presentes en la familia Alcántara
Los últimos episodios vividos en Cuéntame están pasando una gran factura al padre de los Alcántara, quien ha visto reducido su papel dentro de la familia a un mero espectador de los hechos. En cuanto al resto, la separación sigue siendo un tema duro, y la vuelta de Toni no ha mejorado la situación.
El secuestro de Toni en Irak, lejos de acercar más a la familia, terminó por provocar un terremoto dentro de ella. Mercedes, junto a sus hijos, trató de evitar que el padre se enterase para no provocar un malestar en su salud. Algo que termina sucediendo en Cuéntame y genera la ira en Antonio.
Esto se verá acrecentado en Cuéntame por hechos como la presentación de Cata como la pareja de Antonio. Esta decisión no es bien llevada por el resto, aunque es Herminia la que muestra más su desaprobación. Además, con el regreso de Toni tras su secuestro, el hijo mayor vive un episodio de dudas sobre si mismo.
Todo ello nos hace llegar al momento actual, donde regresa a Cuéntame el personaje de Paquita. Con ello, vuelve el asunto a la actualidad de los niños robados. Toni sigue con el fantasma del secuestro en la cabeza, aunque la presencia de Consuelo y su hija le sirve de vía de escape.
Pero, sin duda alguna, el personaje que más está pasando por un mal momento es Antonio. El padre de los Alcántara no entiende a Mercedes y trata de mostrar al resto las intenciones de ella con Max. Un asunto que se ve entrelazado con la creencia de Oriol de que Inés necesita un psiquiatra tras no entender la relación de su madre con Belén.