El programa vivió una de esas citas de altas temperaturas que casi nadie olvidará
Pocos podrían haber llegado a pensar que las citas que tuvieron lugar el pasado lunes en First Dates iban a dar tanto de qué hablar. Bajo la atenta mirada de Carlos Sobera, varios comensales nos tenían preparadas alguna que otras sorpresas, y es que muchos de ellos decidieron tomarse la cita como una oportunidad para ir “a saco” a por su pretendiente.
Dos amantes de los tatuajes y los pearcings se dieron cita para conocerse entre ellos. Él, lejos de ser una persona reservada, desveló buena parte de su vida a la chica, la cual se quedó asombrada con él. Es más, coincidían en gustos, como son los piercings, hasta el punto de preguntarle si por casualidad tenía alguno escondido, a lo que ella respondió sin dudarlo: “Sí, pero no te lo puedo enseñar, está ahí abajo”.
La temperatura parecía subir sin parar entre los dos comensales, hasta el punto en el que la chica comenzó a decir que tenía mucho calor, y hacer aspavientos con su camiseta a modo de provocación. Un gesto que no pasó de inadvertido al comensal, por mucho que éste intentase ser cortés con ella.
La cara del hombre era un poema, y es que no sabía donde se estaba metiendo, ya que su compañera de cita era una auténtica alma salvaje. Un ejemplo que dejó ver porque la fogosidad de ella chocaba en parte con los planes de futuro de él.
Una cita que tuvo su tensión interna, y que ni el propio Carlos Sobera sabía por donde iba a terminar explotando, pero que por suerte dejó claras muestras de tranquilidad. Aunque nos tuvo a todos pendientes de cada gesto que en dicha mesa se estaba dando…