La tenista ha vivido un situación muy difícil en la que ha sido inevitable plantearse una cuestión
Recientemente, hemos conocido que la tenista española Garbiñe Muguruza ha confesado que tras la situación que hemos vivido debido a la crisis sanitaria del coronavirus, ha sentido un gran vacío al no poder practicar su deporte. Aunque también ha comentado que el confinamiento le ha servido para prepararse para el día que tenga que poner fin a su deporte.
La tenista ha confesado que cuando empezó el confinamiento no podía acostumbrarse a ese ritmo de vida. Desde siempre ha sentido presión por este deporte, debido a los viajes o el esfuerzo físico. Y ahora de repente, se veía detenida sin poder practicar el deporte que tantos años llevaba practicando.
Una realidad de muchos deportistas
El confinamiento ha cambiado la rutina de todos los deportistas, ya que debido al parón han tenido que detener sus entrenamientos hasta que las cosas mejorarán. La tenista considera que no estaba preparada para que sucediera esto y tuviera que dejar de jugar. Además de no poder realizar nada que se le pareciera.
La ganadora de Wimledon y Roland Garros ha comentado en una entrevista que sus maletas llevan más de dos meses en casa y que el mundo se ha parado y ella solo piensa en diferentes circunstancias que marcarán su futuro. El último proyecto que dejó en marcha fue a finales de febrero que preparaba en California el torneo de Indian Wells. Pero la competición fue cancelada y tuvo que regresar.
Muguruza ha confesado en la entrevista que durante la cuarentena ha realizado diferentes rutinas y se han centrado en retomar sus estudios. Ha terminado cuatro cursos, dos de nutrición y salud , uno de psicología y uno de ciencia del ejercicio. Estos meses han dado para mucho y la tenista ha aprovechado el tiempo.
Los cambios que ha provocado el confinamiento
La tenista ha confesado que durante la cuarentena ha sentido que cada hora que pasaba el mundo se desmoronaba más. Nadie se había imaginado que se produjera esta situación. Además, asegura que nunca habría pensado que pudieran cancelarse dos de los mayores torneos de tenis del mundo.
Tras conocer la noticia de la cancelación no eran conscientes de que la situación que venía sería mucho más grande y grave. Muguruza confiesa que hacía años que no estaba más de un mes en un sitio, ya que su profesión se caracteriza por la multitud de viajes que tiene que realizar en poco tiempo para poder competir. Esto le ha hecho sentir una especie de sensación parecida al final de su trayectoria.
