Las alternativas que tiene sobre la mesa le están haciendo pensarse mucho las cosas al ‘lagarto’
Parece que el ciclo de Diego Costa en el Atlético de Madrid ha llegado a su fin. Pese a haber estado dos periodos por fuera, y las constantes paras por expulsiones, lesiones y demás, la expectativa siempre fue mayor. Todo hasta este momento, en donde Diego Simeone le ha lacrado a la estorbosa y cansina silla en la suplencia. Ahora, Costa no tiene otra que ver el futuro, y ha encontrado en Italia la mejor de sus posibilidades: Roma o Nápoles, de ahí saldrá su destino.
Es una noticia que los toma a todos por sorpresa, más que nada por la influencia que siempre representó el hispano-brasileño de 31 años en el club de la capital. Ahora mismo, tiene varias alternativas, y todas con unas buenas cifras a favor tanto en lo económico y lo profesional. Se espera sea él junto a su representante el que encuentre las vías, algunas de ellas exóticas por sí mismas.
Por ejemplo, tiene un pedido desde la MLS por parte de Beckham para irse a jugar al Inter de Miami. Lo otro que le viene son opciones en China y en Europa, donde todavía valoran su nivel y poder en ataque. Roma es el que más ha insistido, y Nápoles viene detrás con una de las opciones que al ‘cholo’ más parecen convencerle.
Milik es puesto como carne de cañón
El cuadro de la capital italiana ya había adelantadio gestiones por el delantero de Lagarto. En 2013 lo intentó, y en 2018 lo volvió a hacer. Saben que termina contrato en 2021 y entienden que por actualidad y falta de cohesión con su entrenador, podría ser este el momento para suponer una aceptación de la propuesta.
Pero al parecer el cuadro napolitano, del sur de Italia es quien llevaría la delantera en este asunto. Tienen en sus filas a Milik, uno de los deseos de Simeone para fortalecer la ofensiva. Milik, que esta temporada ha anotado 12 goles, es un referente de la zona por presencia y por condiciones físicas. Al argentino se le ha visto muy interesado en él y buscaría las vías posibles para llevarlo a cabo.
Un intercambio es la maniobra más indicada, pues también finaliza su vínculo en la misma fecha, y el jugador se ha mostrado muy interesado en acercar posturas. Además, es más joven, 26 años, y entre otras cosas maneja un buen hábito de comportamiento, y deja las polémicas aisladas de su actividad profesional. Un cóctel de oportunidades para Simeone que tiene de momento en frente el hecho de clasificarse a Champions, y avanzar lo que más pueda en la edición actual.