La política independentista, exiliada en Bélgica, demuestra cómo actúa el Gobierno de España con los prófugos de la Justicia
Clara Ponsatí, eurodiputada y ex consellera de Ensenyament en Catalunya, ha generado el caos con su rápida visita a España. Tras el enorme revuelo causado este martes por su retorno tras 5 años de exilio, Ponsatí se ha vuelto a ir por donde ha venido. Las autoridades trataron de detenerla pero apeló a la inmunidad de eurodiputada.
Esta mañana, a primera hora, Clara Ponsatí ha regresado a Bruselas para participar en un pleno del Parlamento Europeo. Finalmente quedó en libertad después de declarar ante el juez en la Ciutat de la Justícia. El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha citado a Ponsatí el próximo 24 de abril a las 11 de la mañana para comunicarle su procesamiento por un delito de desobediencia.
Clara Ponsatí sortea las medidas de seguridad
A pesar de la citación, la ex consellera no piensa acudir a esta cita, lo que podría llevar a su detención si es autorizada por el Supremo. Clara Ponsatí salió en libertad por la puerta lateral de detenidos de la Ciutat de la Justícia, donde decenas de personas la esperaban, así como dirigentes de Junts per Catalunya encabezados por Jordi Turull y Laura Borràs.
Unas 200 personas se concentraron en la Ciutat de la Justícia en contra de la detención de la ex consellera. Algunos cortaron incluso el lateral de la Gran Vía. Con esteladas y gritos de “1 de octubre, ni olvido ni perdón”, “Independencia”, “Fuera las fuerzas de ocupación” y “Libertad para Clara Ponsatí”. Los concentrados esperaron su puesta en libertad después de su comparecencia ante el juzgado de guardia.
Un simulacro para que venga Puigdemont
La entrada y salida de Clara Ponsatí de España ha podido servir de ensayo general para que vuelva el cabecilla principal de aquel 1 de octubre. Un Puigdemont que sigue exiliado bajo el amparo de Bruselas. El líder independentista ya sabe que puede regresar a Barcelona, para participar en algún acto.
En Madrid, fuerzas políticas de la oposición han criticado muy duramente al Gobierno Sánchez por permitir que una persona, perseguida por la Justicia, haya sorteado cualquier medida de seguridad. Ponsatí llegó por carretera, por la frontera francesa, sin ningún tipo de problema. Cuando fue detenida, apeló a su inmunidad y ha podido salir en libertad.