El que pensase que la vida para ya ex de la infanta resultaría sencilla, se equivocaba
La Casa Real impuso un sueldo vitalicio a Iñaki Urdangarin a cambio de su silencio. Vivimos en plena época del morbo y contar los trapos sucios de la Familia Real es algo muy jugoso para programas de televisión, productoras, editoriales… Se teme que se realice una oferta astronómica para que el ex de la Infanta Cristina cuente todo lo que sabe.
La hermana del rey Felipe VI, tras 24 años intensos de relación, se va a separar de su marido. Ante este hecho, Casa Real no podía permitir que Iñaki Urdangarin se vaya de rositas. El ex jugador del FC Barcelona de balonmano sabe muchísimas cosas de lo que sucede en Zarzuela. Y no está el horno para bollos.
Sueldo vitalicio a Iñaki Urdangarin
La Infanta Cristina aguantó al lado de su marido en todo el proceso que acabó con él en la cárcel. Sin embargo, el matrimonio llevaba mucho tiempo muerto. Prueba de ello es que se vea ya con regularidad a Iñaki Urdangarin con su nueva pareja, Ainhoa Armentia. Una imágenes que han dolido mucho en Zarzuela, pues todavía está casado con Cristina de Borbón.
Teniendo en cuenta que hablamos de la familia real, los términos de la separación van a ir más allá de una separación corriente. Se habla de la existencia de una cláusula que obliga a Iñaki urdangarin a mantenerse en silencio si quiere seguir recibiendo una pensión por parte de la hermana del rey. Un sueldo de por vida para Urdangarin, aunque con algunas condiciones.
La infanta Cristina no se quedará tan tranquila
Por otro lado el hecho de separarse de Cristina de Borbón también se va a llevar los privilegios con los que contaba al ser parte de la Casa Real. Un ejemplo es el servicio de escoltas que lo siguen desde que salió de prisión hace dos años. Estos escoltas han sido sufragados por el Ministerio del Interior, con un coste mensual de casi 8.000 euros.
Pero no solamente eso. La infanta Cristina está decidida a hacer la vida imposible a su nueva pareja, Ainhoa Armentia. No perdona que se hiciera público la relación antes de comunicar que había roto con la Infanta. El gancho son los hijos, sobre todo la pequeña Irene, que no se está tomando bien la situación.