Situación graciosa en medio de tanta polémica por el coronavirus
El momento viral de la mañana se ha vivido en Al rojo vivo, donde Antonio García Ferreras ha abandonado su habitual semblante serio por la crisis del coronavirus, para trasladarse a Valencia. Allí es día grande, es San José, y ni siquiera el Estado de alarma ha sido capaz de frenar el jolgorio habitual en la jornada más importante de los valencianos.
Cambiar la cara a Ferreras es muy complicado. Porque el que lo conozca, debe saber que no es un trabajador que se dedica al mundo de la información. Es un enfermo de la comunicación, necesita estar las 24 horas en vilo ante cualquier suceso que merezca ser cubierto con todo lujo de detalles. Siempre al pie de la noticia.
Por tanto, a nadie le debería sorprender la intensidad con la que está trabajando en estos días tan difíciles para España por la expansión del temido COVID-19, conocido popularmente como coronavirus. Ferreras no puede tolerar que se tomen a broma las medidas del Estado de alarma.
Sin embargo, hoy es 19 de marzo. Día de San José, Día del Padre pero sobre todo, día grande en Valencia. Habitualmente hay música en las calles. bullicio, bares a rebosar… pero esta vez ha tenido que brotar el ingenio para poder celebrar un día tan importante en medio de la cuarentena.
Por eso, hasta Ferreras se ha permitido un momento de relax, viendo la iniciativa del Ayuntamiento de Valencia. Las bandas municipales tenían órdenes claras de tocar canciones populares desde sus ventanas. Y así se ha podido disfrutar de un momentazo con Paquito el Chocolatero sonando a todo trapo cuando ha conectado Al rojo vivo con Valencia.