Todo podría derivar en la salida del central a tierras exóticas a partir de la siguiente temporada
La polémica por la relación entre Sergio Ramos y el Real Madrid parece estar llegando a su punto más álgido. El centra viene protagonizando una disputa con el club debido a la extensión de su contrato que en el papel termina en junio de 2021. Florentino Pérez apegado a la normativa ofrece unas condiciones que el experimentado jugador parece rechazar tajantemente.
Para el presidente, seguir las normativas lo son todo. La legalidad es un tema de mucha responsabilidad, y seguir con las directrices conlleva a que este tipo de situaciones con jugadores temperamentales se lleva a cabo. Ramos, quiere y exige la renovación de su contrato por dos temporadas más, es decir hasta junio de 2023, mientras la presidencia ofrece un año, justo como se ha expresado a todo mayor de 30 años.
Ramos acaba de celebrar su cumpleaños número 34, una cifra a tener en cuenta, debido a que para nadie es un secreto que buscan como club rejuvenecer al equipo permitiendo un proyecto a futuro. Zidane todavía no se manifiesta al respecto, y a la expectativa espera que esto no trascienda, pues Ramos es un jugador fundamental en todas las fases del juego.
Tras la pista aguarda Skriniar
Quizás es solo la piedra en el zapato que muchos esperan, aunque ya lo ha dicho el hermano y representante del ex Sevilla, Sergio desea jugar y retirarse en Madrid. Parte de la directiva no ve con buenos ojos las ínfulas del futbolista y mucho menos la airada personalidad que ha impuesto ante este hecho. Por tanto ya estarían planteando peinar el mercado en busca de soluciones.
Opciones llueven de todo lado, pero es Milan Skriniar uno de los que más parece acomodarse. El central del Inter de Milán viene cumpliendo una campaña destacada, y del lado de Antonio Conte ha desarrollado el mejor de sus juegos. Por una cifra superior a los 60 millones de euros podría estar sentenciado su salida del cuadro italiano, este es un hecho que enciende todas las alarmas.
Con 25 años se acomoda mucho más a la visual que tiene Zidane de cara al futuro. Es un central rápido y muy fuerte en los duelos, ideal para jugar con una idea valiente, con jugadores adelantados y una defensa casi parada en la línea media del campo. Otras opciones como Koulibaly o Van Dijk están casi descartadas, el alto valor les hace quedarse por fuera. Un duro terreno por recorrer se le asoma al presidente merengue.