El aumento de los gastos en la familia real hace saltar la alarma entre la población debido al malgasto innecesario que se está llevando a cabo
El debate sobre los gastos de la Casa Real española sigue siendo un tema recurrente en la agenda pública y mediática. La discrepancia entre la crítica y la explicación oficial pone de manifiesto la necesidad de una mayor transparencia. Los Borbones, con Felipe y Letizia al frente, han sido objeto de críticas en repetidas ocasiones debido a su despilfarro del dinero público.
Entre los ejemplos más destacados se encuentran los casos de Iñaki Urdangarin y su seguridad personal, el aparente lujo de Juan Carlos en Abu Dhabi, y la supuesta dilapidación de la fortuna por parte de Victoria Federica y Felipe Juan Froilán. Sin embargo, a pesar de la polémica, estas situaciones a menudo se presentan sin el contexto y la perspectiva necesarios.
La controversia debido a la reservación histórica o al despilfarro personal
Un caso particularmente notorio ha sido el gasto de medio millón de euros, inicialmente destinado a la ‘preservación histórica’. En lugar de ello, se ha señalado que esta cantidad se ha empleado para el mantenimiento de tres piscinas de lujo en la Zarzuela. Esta información, difundida en un informe digital, ha generado una considerable indignación.
La Casa Real, por su parte, ha calificado estos gastos como “trabajos específicos en el mantenimiento de piscinas“. Las tareas incluyen cepillado diario del vaso, paso del limpiafondos, limpieza de los filtros, y control higiénicosanitario del agua. El Palacio de la Zarzuela es un edificio histórico que requiere un mantenimiento constante y específico. Como tal, es lógico que una parte del presupuesto de la Casa Real se dedique a su cuidado. Esto incluiría el mantenimiento de sus instalaciones, incluidas las piscinas.
El matiz de la preservación histórica
Cabe destacar que dos de estas piscinas son para el verano y una es climatizada para el invierno. La climatización de una piscina, particularmente en un edificio histórico, requiere un cuidado y atención especiales, lo cual podría justificar parte del costo mencionado. Además, es posible que las piscinas, como parte del patrimonio de la Zarzuela, necesiten ser preservadas y mantenidas de acuerdo con estándares históricos y culturales.
Lo que realmente pone de manifiesto esta situación es la necesidad de una mayor transparencia en el gasto público. Las instituciones y figuras públicas, incluida la Casa Real, deben proporcionar explicaciones claras y detalladas sobre cómo se gasta el dinero de los contribuyentes. Esto permitiría una comprensión más completa de los costos asociados con la preservación de edificios históricos y la vida en la Zarzuela.