El cocinero más entrometido analizada la situación de un restaurante caótico
En cada programa de Pesadilla en la cocina, Alberto Chicote se desplaza a diferentes puntos de España para analizar las rutinas diarias de los bares y restaurantes. Es este caso, visitó Fuenlabrada para ver la situación en la que se encontraba La Corte, un local dirigido por Jonathan. El principal problema del negocio es que sus empleados comen y beben todo lo que quieran provocando que éste caiga en quiebra.
La primera impresión del chef al llegar al restaurante no fue muy buena. Lo primero que probó fue una ensalada Cesar con un pollo bastante quemado y el queso rallado según el cocinero, parecía goma para fundir. Por otro lado, probó croquetas de morcilla y todo su sabor se limitaba a harina y la carne en general muy dura.
El chef le lanzó una pregunta clara al hostelero, comentándole que la sal no faltaba en sus comidas y que notaba que había un exceso. La pregunta del chef se limitaba a sí esto era así para que los clientes pidieran más cerveza. Así, Chicote centraliza el primer problema en la cocina del restaurante. La mayoría de la comida es congelada y Jonathan cuenta dentro del negocio con un almacén lleno de congeladores.
“Te la comes a las tres de la tarde y terminas de masticarlo a las siete.”
Alberto Chicote
Continuando con el programa, Chicote percibe la llegada de unos clientes. El chef se da cuenta de que el primer servicio comienza a devolver los platos y a sentirse incómodos por la actitud que tiene el personal del restaurante. Según el cocinero, los trabajadores tenían una fiesta montada e incluso salían y entraban para fumar o irse de cañas al bar de al lado.
Chicote no se corta en decirle claro lo que piensa de esta situación. Para continuar con la rutina del programa, analiza la situación económica de La Corte. Nos encontramos con un local que tiene como deuda unos 800.000 euros. Esta deuda no es desconocida por los padres de Jonathan, quienes avalan el negocio. El chef asegura que su principal problema es regalar alcohol a sus empleados durante la jornada laboral.
El método dramático que triunfa para conseguir audiencia
Copiar metodologías de éxito es algo muy común en los negocios. Pesadilla en la cocina sigue siendo el programa de La Sexta que más polémica causa tras su emisión, y es que para muchos el programa llega a exagerar y dramatizar situaciones para dar juego, para poner a los responsables de los restaurantes en el límite.
En este caso, la nueva entrega del programa presentado por el chef Alberto Chicote, se ha desplazado al barrio madrileño de Villaverde, a un restaurante ecuatoriano llamado ‘La Madrina’ regentado por Mónica Zambrano y sus hijos.
Y es que uno de ellos, Gonzalo Rodríguez, ha querido dar recientemente una entrevista explicando cómo le ha ido al restaurante tras su paso por el programa. Ya que este es uno de los temas que más interesan a sus seguidores, si es cierto que mejoran las condiciones y el éxito del restaurante, o por el contrario es todo de cara a la galería.
El joven ha declarado que, si bien es cierto que Chicote les ayudó a saber cómo gestionar mejor el restaurante, organizar bien el menú y coordinarse, es cierto que el programa exagera los problemas para ver cómo saben reaccionar ante una situación imprevista.
Además según él, el programa no les hizo una reforma en sí, sino que pintó por encima pero nunca les hicieron una reforma como tal. Actualmente el restaurante ‘La Madrina’ sigue abierto con la misma carta, precios y cantidad de comida que antes de la ayuda del programa. Por lo que se puede decir que, si bien no todo es mentira, la ayuda tampoco es que sea del todo efectiva.