EE.UU. y Reino Unido bombardean posiciones hutíes en respuesta a sus acciones en el mar Rojo, afectando el comercio internacional
Las fuerzas militares de Estados Unidos y Reino Unido, con el apoyo de aliados como Australia, Países Bajos, y otros, han lanzado una ofensiva contra el grupo rebelde hutí en Yemen. Este ataque responde a las recientes actividades de los hutíes, que han estado interfiriendo el tráfico naval en el mar Rojo, una ruta comercial vital.
Esta intervención militar busca desactivar la amenaza que los hutíes representan para el comercio global y la seguridad marítima. Los ataques de los hutíes han provocado serias preocupaciones, afectando no solo la navegación sino también la economía global, incluyendo la industria española y empresas como Tesla, que se han visto obligadas a modificar sus operaciones.
¿Por qué este grupo rebelde de Yemen son un foco de conflicto?
Los hutíes son un grupo insurgente chiita, seguidores del zaidismo, una rama del chiismo. Emergieron en la década de 1990 en respuesta al empobrecimiento y las difíciles condiciones de vida en Yemen. Desde su alzamiento en armas, se han convertido en una fuerza organizada y eficaz, luchando por recuperar el poder que los zaidíes perdieron en 1962.
En los últimos años, el conflicto se ha intensificado, con los hutíes oponiéndose al gobierno yemení y expandiendo su influencia más allá de sus raíces zaidíes. Su avance llevó al gobierno de Yemen a exiliarse en Arabia Saudita tras la captura de Saná, la capital, en 2014.
El rol de Irán y Arabia Saudita en el conflicto
Arabia Saudita ha acusado a Irán de proveer armas a los hutíes, viendo en su ascenso una extensión de la influencia iraní en la región, similar a grupos como Hizbolá. En respuesta, Arabia Saudita ha intentado reafirmar su posición en Yemen y contrarrestar la influencia de Irán.
La situación en Yemen es un ejemplo de las tensiones más amplias en Medio Oriente, donde potencias regionales como Arabia Saudita e Irán compiten por influencia. La intervención de países occidentales, como EE.UU. y el Reino Unido, demuestra la importancia estratégica de Yemen y las preocupaciones internacionales sobre la estabilidad en la región.