El Senado está a punto de dar luz verde a la nueva ley para viviendas una normativa que ha provocado un profundo desacuerdo dentro del sector inmobiliario
Los expertos temen que en lugar de facilitar el acceso a la vivienda, esta nueva ley pueda tener el efecto opuesto. Las primeras señales de los impactos adversos de esta ley ya se están sintiendo incluso antes de su aprobación oficial. Antonio Carroza, presidente de Alquiler Seguro, ha sido una de las voces críticas. Según Carroza, el inquilino será el primer perjudicado por esta ley, ya que anticipa una reducción significativa de la oferta de viviendas de alquiler en el mercado.
Carroza señala que en el último mes, la empresa ha visto un aumento en las solicitudes para vender propiedades que actualmente están en alquiler. Este incremento, afirma, es el resultado de la “incertidumbre que genera esta normativa”. Alquiler Seguro, que gestiona una cartera de 20.000 pisos en alquiler, ha recibido numerosas llamadas de propietarios interesados en vender sus propiedades conforme los contratos de arrendamiento llegan a su fin. Incluso, hay solicitudes para vender propiedades con inquilinos todavía en ellas.
La nueva ley de vivienda y sus consecuencias para los inquilinos
“Existe un gran miedo y temor entre los propietarios, y muchos quieren deshacer posiciones dentro del mercado por miedo a que la situación empeore, a pesar de que la ley es más dura con los grandes tenedores”, explica Carroza. Esta situación es perjudicial para los inquilinos, cuya demanda de viviendas en alquiler sigue creciendo.
La oferta de viviendas en alquiler, por su parte, está disminuyendo, lo que podría llevar a un aumento de los precios de alquiler y dificultar el acceso a la vivienda para muchos ciudadanos. De esta forma, la empresa intenta colocar las viviendas que salen al mercado entre otros inversores interesados en el sector de alquiler. Sin embargo, según Carroza, esto no siempre es posible.
El regreso de las viviendas al mercado de alquiler
“La mayoría de estas propiedades terminan en manos de propietarios que las van a usar como vivienda habitual, alrededor de un 60%”, afirma. Así, solo el 40% de estas viviendas regresa al mercado de alquiler. La aprobación de la nueva ley de vivienda es un paso que ha sido esperado con ansiedad por muchos. Sin embargo, los primeros indicios apuntan a que podría tener efectos no deseados en el mercado inmobiliario.
Los cambios propuestos por la ley podrían desincentivar a los propietarios a alquilar sus propiedades, lo que a su vez podría llevar a una disminución de la oferta de viviendas en alquiler. Esto podría resultar en una mayor presión sobre los precios de alquiler, lo que a su vez podría afectar a los inquilinos, que son los que la ley busca proteger en primer lugar.