El spin off logra impactar a los espectadores con una trama ambientada en el oscuro mundo del narcotráfico mexicano
El lanzamiento de Narcos por parte de la plataforma de streaming hizo a todo el mundo ver que, más allá de lo conocido por los medios acerca de Pablo Escobar, el colombiano había hecho mucho más por su pueblo y su familia. Todo esto dio para una serie desarrollada en dos temporadas que el público acogió con muchas ganas. Tanto que Netflix volvió a apostar por este género con Narcos: México.
Un spin off que ha maravillado desde su estreno, a pesar de caer en algunas polémicas como dar una imagen frívola y maquiavélica a objetos sagrados, caso de La Piedra del Sol. Ésta desató un gran debate en México a causa de ser protagonista en el cartel que empleó Netflix para promocionar Narcos: México. Pero no por ello, los espectadores han castigado a la serie, sino que la han convertido en una de las mejores del mundo seriéfilo.
La serie toma a El Chapo Guzmán como personaje sobre el que gira la trama. Un narcotraficante que, como se puede ver en Narcos: México, dio mucho que hablar en el país centroamericano por sus negocios y la ostentosa vida que tuvo. Algo que le desembocó en la detención en 1989.
Una vida llena de lujos que tiene en mundo de la droga como principal motor y con el que el conocido como Padrino de México logró un ascenso descomunal hasta lo más alto. Unos hechos que acontecen en Narcos: México y han dejado expectantes a los espectadores.
Un impacto creado por Narcos: México en el público que ha hecho irremediablemente compararla con su predecesora Narcos. Y sale muy bien parada el spin off, del cual destacan detalles como una tensión que logra asfixiar constantemente con el paso de los capítulos, además de aspectos como la realidad reflejada, por ejemplo, entre el Chapo Guzmán y la política mexicana. Por ello, es todo un acierto para Netflix esta serie.