Dramatizar y exagerar para buscar el espectáculo receta del programa gastronómico para ganar audiencia
Copiar metodologías de éxito es algo muy común en los negocios. Pesadilla en la cocina sigue siendo el programa de La Sexta que más polémica causa tras su emisión, y es que para muchos el programa llega a exagerar y dramatizar situaciones para dar juego, para poner a los responsables de los restaurantes en el límite.
En este caso, la nueva entrega del programa presentado por el chef Alberto Chicote, se ha desplazado al barrio madrileño de Villaverde, a un restaurante ecuatoriano llamado ‘La Madrina’ regentado por Mónica Zambrano y sus hijos.
Y es que uno de ellos, Gonzalo Rodríguez, ha querido dar recientemente una entrevista explicando cómo le ha ido al restaurante tras su paso por el programa. Ya que este es uno de los temas que más interesan a sus seguidores, si es cierto que mejoran las condiciones y el éxito del restaurante, o por el contrario es todo de cara a la galería.
El joven ha declarado que, si bien es cierto que Chicote les ayudó a saber cómo gestionar mejor el restaurante, organizar bien el menú y coordinarse, es cierto que el programa exagera los problemas para ver cómo saben reaccionar ante una situación imprevista.
Además según él, el programa no les hizo una reforma en sí, sino que pintó por encima pero nunca les hicieron una reforma como tal. Actualmente el restaurante ‘La Madrina’ sigue abierto con la misma carta, precios y cantidad de comida que antes de la ayuda del programa. Por lo que se puede decir que, si bien no todo es mentira, la ayuda tampoco es que sea del todo efectiva.