Nuevo calendario podría echar a menos el entorno para que el español “decaiga” en su rendimiento
Uno de los torneos más prestigiosos del deporte blanco es el Roland Garros, campeonato que sin lugar a duda también ha sido afectado por las condicionales de un Coronavirus que ha generado un aplazamiento y reformulamiento para que la competencia pueda llevarse a cabo. A causa de esto, Rafa Nadal ve con gran preocupación las condiciones climatológicas que podrían condicionar sustancialmente su rendimiento.
El calendario tenístico va tomando forma a medida que el tiempo pasa y las condiciones salubres van mejorando en casi toda Europa. Cuadro que deja en los organizadores del torneo un indescartable escenario donde los encuentros no llegasen a tener público, de manera que el aforo se escatima poco, pero evidentemente confirmado.
Temas de interés para el desarrollo del torneo
El hecho de que el torneo se llegue a jugar en el mes de octubre supone una gran preocupación para los organizadores que a toda costa quieren que el torneo se juegue este año. Las intensas lluvias que podrán caer en territorio parisino son un factor que condicionará el desarrollo del campeonato, ya que solo hay una pista cubierta.
Un escenario más de preocupación pasa por la hora en la que anochece en parís por esa época del año; los días son mucho más cortos, y este pequeño detalle hará que la organización tenga que invertir en muchas más canchas con iluminación y, considerar usar un número mayor de estas.
Por otro lado, las condiciones de humedad y temperatura pueden hacer que los jugadores experimenten grandes esfuerzos físicos, al margen que también se tendrán que acondicionar rápidamente al terreno de arcilla tras la conclusión de un US Open que tiene una superficie muy distinta.
Estados que condicionarían el juego de Rafa Nadal
Las preocupaciones no cesan, y el hecho de que el Roland Garros 2020 pueda llegar a cruzarse con las eliminatorias de Copa Davis en grupo I y grupo II parece que eventualmente tienen solución, dado que la ITF parece que moverá estos duelos para el 18 de septiembre respectivamente.
No obstante, el desasosiego más grande pasa por el lado del escenario de lluvia y humedad mencionadas, ya que estas perjudican de forma considerable a un Nadal que juega mucho mejor en temperaturas altas, haciendo que esta condición se articule mucho más al desarrollo de su juego.