Me imagino que ahora habrá alguno sorprendido con el titular. Esto es como cuando uno dice que Pedro y Alexis se ven perjudicados por el “Messisistema”, que le dicen: “¡Eres un inepto quieres vender a Messi!”. Una cosa no tiene que ver con la otra, de la misma manera que mi total convencimiento de que el fichaje de Neymar es un error, no significa que considere que el jugador sea malo, sino todo lo contrario.
A Neymar le conozco desde antes de que su nombre estuviera vinculado con el Barcelona. Más o menos cuando se hizo famoso por ser “el jugador que se enfada porque no le dejan tirar un penalty y deja de pasarla”. Allá por 2010, conocía perfectamente las condiciones técnicas, tácticas y físicas del jugador. Decir que conocía también las “psíquicas” sería muy osado ante un jugador tan joven, pero sí que se puede decir que Neymar es un jugador con mucho “ego”, lo que no siempre está mal – en el Barça creo que lo estará -, pues bien enfocado te sirve para tener siempre un elevado nivel de confianza en tus acciones y esto es fundamental para ofrecer tu mejor rendimiento.
Con una agilidad de piernas tremenda, que le permiten conducir el balón con gran precisión, realizar numerosas fintas sobre sus defensores y poseer una gran velocidad tanto en arrancada como en carrera larga, Neymar puede ser considerado uno de los cinco o diez mejores jugadores del mundo en cuanto a desborde se refiere y sin ninguna duda es un jugador idóneo para liderar el ataque de cualquier equipo del mundo – salvo si tienes a Messi claro… -, ya que posee calidad técnica y talento tanto para definir, como para dar el último pase.
Neymar es un “líder”. Un jugador para hacer las diferencias en ataque. Para ello necesitará un equipo que elabore las transiciones ofensivas adecuadas en busca de generarle numerosas situaciones en las mejores condiciones – esto no va a suceder, y si sucede el afectado será Messi, con lo que los problemas estarían asegurados -. Dentro de ese escenario Neymar podría brillar y convertirse en uno de los futbolistas más importantes del mundo.
A Neymar le viene bien el fútbol del Barça. A pesar de que ni de lejos es un jugador con “ADN Barça” – un jugador “de los nuestros”, antes de que le llegue la pelota busca potenciar al máximo su visión periférica, advirtiendo donde están rivales y compañeros para elegir la mejor opción, sea pase o acción individual. Neymar tiene otra realidad, que es adueñarse de la pelota y hacer sus jugadas -, si el Barça le surtiera de los balones que surte a Messi, podría ofrecer un grandísimo rendimiento – OJO, gran rendimiento para lo que son “los humanos”, compararlo con Messi es un insulto hacia el mejor jugador del mundo en la actualidad y de todos los tiempos – y su fichaje sería todo un acierto.
Otra cosa es la realidad que le tocará vivir a él y a Messi a partir de la próxima temporada. Neymar posiblemente se ubicará en la banda izquierda dentro del 1-4-3-3 de Tito Vilanova. Su rol obviamente no puede ser el de Pedro o Alexis – no está capacitado ni táctica, ni física, ni mentalmente para realizar ese trabajo -, y sí será seguramente el de “un Ronaldinho”. Jugador que cuando está de espaldas a la portería rival busca constantemente caer al centro del campo para poder entrar en juego y que cuando está de cara a puerta con la pelota controlada, busca dejar la banda para romper hacia dentro – esto funciona muy bien si tienes a un 9 como Eto’o, que te arrastra a todos los rivales ofreciéndote por un lado espacio para maniobrar y por otra una opción de pase que atenaza a los defensas rivales. Messi no realiza esa función obviamente -. Posiblemente, teniendo en cuenta la “alegría” con la que juegan cada vez más equipos en la Liga – Betis, Osasuna, Rayo, Real Sociedad, Athletic… – serán muchos los partidos cómodos del Barça donde Neymar pueda “divertirse”, pero será ante los rivales complejos en cuanto a calidad táctico-colectiva, los que reflejen los problemas tácticos del Barça e individuales de Neymar.
En fin. Esta es mi opinión personal de este gran futbolista, cuya contratación hubiera festejado de haber sido realizada en una época donde no contáramos con el mejor jugador del mundo y de todos los tiempos, porque más allá de Neymar, de Rosell, de Guardiola, de Laporta… Lo que más me duele es estar plenamente convencido de que no aprovecharemos los últimos mejores años de un futbolista que de momento nos ha dado tres Champions, pero nos podría dar una o dos más si gestionaramos adecuadamente el proyecto y no cayeramos en patéticos revanchismos – hablo de no aprovechar a Messi, obviamente -.
Ojalá Tito Vilanova encuentre alguna fórmula para que estos artículos que he venido creando, pasen a la hemeroteca de los más grandes ridículos de Cristian Pulina, pero sinceramente, dudo mucho que así sea.
CRISTIAN PULINA / pulinacristian.blogspot.com.es